A pesar de la implementación de nuevas fuentes de energía limpia, nuestro
consumo energético aún depende en gran medida de la quema de combustibles
fósiles, lo cual, junto con otras fuentes como la deforestación, el
almacenamiento de residuos a cielo abierto, etc., aumentan las emisiones de
dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, cuya concentración ha
ido en aumento exponencial en el último siglo y a causado un aumento en la
temperatura promedio del planeta.
Las consecuencias del cambio climático son cada día más evidentes:
impactos económicos, migraciones, pérdida de la biodiversidad, amenazas y
cambios en la producción agrícola, inundaciones, riesgos en la salud, fenómenos
meteorológicos cambiantes y extremos, incendios cada vez más incontrolables y
frecuentes debido a largas sequías, acidificación de los océanos, incremento en
el nivel del mar que podrían sumergir regiones costeras, entre muchas otras. Es
decir, el cambio climático no solo tiene implicaciones ambientales, sino
también genera graves consecuencias de carácter social y económico.
Este día debería llamarnos a reflexionar y crear conciencia sobre sus
efectos negativos que el calentamiento global tiene sobre diversos sectores de
nuestro planeta así como a tomar medidas que ayuden a reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero para poder asegurar un futuro sostenible para
futuras generaciones. Para ello es importante desarrollar cambios de hábito y
establecer políticas de consumo sostenibles tanto en forma individual como
colectiva. Del mismo modo se debe promover toda forma de cooperación
internacional que permita establecer pactos mancomunados para hacer frente al
cambio climático.
“No heredamos la tierra de nuestros ancestros, sino que la tomamos
prestada de nuestros hijos.” Proverbio nativo americano.
-Publicado por SGA - Secretaría de Gestión Ambiental.